
De oficio, pastelera, panadera, repostera y chocolatera, y es que moverme entre recetas, postres, tortas y utilizar mi amado chocolate venezolano, no tiene precio!
Es una bendición haberme enamorado de ese momento en el que te regalas un pedacito de cielo, de ese momento que dura tan solo dos bocados y cierra con una sonrisa del comensal.
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