jueves, 9 de agosto de 2012

Profesión y oficio...


Hace un tiempo en una conversación en un café de la Recoleta de mi Buenos Aires querido en esos días de creatividad publicitaria y mucho frío, surgió el tema de tener una profesión y un oficio en la vida.

Hasta el momento sólo tenía profesión y un pasado deportivo que no cuenta como oficio... pero a mi llegada a Caracas decidí empezar lo que había pospuesto por tanto tiempo, el estudio del oficio, aunque debo decir que me costó tanto como mi postgrado en la Metropolitana, me cambió la vida de forma radical.

Empecé en pastelería, tomé un intensivo agotador de panadería los fines de semana en el que aprendí mucho más que hacer pan, hice un curso de repostería para probar si me gustaba (y me encantó)... Por lo que poco a poco me fui sumergiendo en este dulce mundo que me envolvió hasta no dejar espacio para lo que llamamos mi profesión.

Mucha gente aún no lo entiende, 5 años de estudio para la licenciatura, 1 año de postgrado, muchas noches sin dormir, tesis, francés, inglés, trabajos divertidos, interesantes y exitosos (así los catalogo porque me hicieron feliz y aprendí de todo). Incluyendo un viaje a Argentina buscando más (porque nunca es suficiente para mi, lo confieso). Y al final me quedé con el oficio, cambié los tacones por unos converse y una gloriosa filipina, las videoconferencias con otros países por bloggers, libros y clases de pastelería, cambié el excel y los estudios de mercado, las reuniones con clientes por compras de harina y horas de práctica en la cocina, y me cambio hasta el nombre por el aromático cacao venezolano.

Me fascina usar tacones, pero la filipina tiene el power, es como si tuviera el súperpoder de hacerte preparar algo exquisito, de inventar y explorar, una simple chaqueta blanca que brilla y que llené de chocolate, harina y pasión en cada clase, de cada curso.

Pero al final del cuento puedo sentirme satisfecha, a mis 25 años confieso con propiedad que he sido todo lo que he querido ser, fui deportista, soy comunicadora social, especialista en comunicaciones y mercadeo, soy panadera, pastelera, repostera y lo mejor de todo... Soy feliz. Sin dejar de mencionar que he conocido gente maravillosa en el camino!


Esto no significa que pare aquí, tengo mucho que aprender y mucho que crecer (aunque no de tamaño eh!). Mi recomendación de corazón, sean lo que quieran ser cuantas veces deseen, no lo que vean que hace felices a otros.

Dulce día!!!

Parte de la gente increíble y maravillosa del camino...

2 comentarios:

  1. Se me llena el corazón de alegría al saber que eres tan feliz, me encanta que estés haciendo algo que tanto te gusta, no todos tenemos la oportunidad, el tiempo, el deseo, el empeño, de ser lo que queremos ser.

    Eres un modelo a seguir igual que las niñas del ITM jeje..

    Te Felicito.!

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  2. Que bellaaaaa! Así sera mi Oto... en eso se parece a mi jajaja te quiero

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